miércoles, 18 de enero de 2012

El pan de cada día.

" Es un día normal, como otro cualquiera. Ana va al trabajo con su coche rojo. Aparca en el mismo sitio de siempre y se encuentra con su jefe en la puerta de la empresa. Su jefe, es ese señor mayor con barriga, barba blanca y gafas de pasta, que por cierto, no le cae nada bien. Él lleva una caja en la mano y esto hace que Ana frunza el ceño por unos segundos. Con su sonrisa de soy súper maja, le da los buenos días. Al acercarse un poco más, justo después de saludarle, mira por curiosidad el contenido de la caja.

Entre papeles reconoce sus bolis, un dibujo de su sobrina y el cactus medio muerto que lleva con ella 7 años en la empresa. Dos segundos después, su jefe con cara nada sonriente, pronuncia solo dos palabras:

ESTÁS DESPEDIDA.

Han pasado 5 minutos desde que Ana ha salido del coche. En ese mínimo tiempo ha cambiado su vida.

Con la caja en la mano, como si de una película americana se tratara, regresa a su coche mas sola que nunca. Abre el capo, guarda la caja y mete el bolso en ella. Cierra el capo y se sienta en el asiento delantero. Silencio absoluto.

Antes de arrancar se mira en el retrovisor del coche. Al verse, sonríe por inercia. Le sale una pequeña risa, una carcajada, dos carcajadas, tres.. ya no puede parar de reír. Las lágrimas le caen por las mejillas. No sabe si se está riendo o llorando. Lo único que si sabe es que está, DESPEDIDA."

Esta historia me la contó ayer mi hermana por teléfono. No es la primera vez que la oigo y de ahí, el título del post. Te esfuerzas en tu trabajo durante años, intentas trabajar en equipo, ser agradable, aprender mas idiomas de los que sabes y te encuentras solo, escuchando esas dos palabras, en la puerta de la que ha sido tu segunda casa. Ni siquiera te han dejado entrar por última vez.

No es momento de cabrearse. No son días de lloriquear. Por desgracia son tiempos de arrancar el coche e irse a otro lado.

Por ahora no he tenido que recoger el cactus, así que no puedo imaginarme esta situación, pero admiro mucho a la gente que lo esta haciendo.

Mientras haya salud y humor, nada es imposible.