lunes, 18 de mayo de 2015

Ser feliz

Hay gente depresiva, gente feliz y los que no sabemos lo que queremos.

A mis 6 años estaba en la sociedad de mis padres. Era mi cumpleaños y todas las chicas de mi clase mas algún chico estaban allí. Comimos sándwiches de nutela, patatas, triskis y por supuesto bebimos mucha coca cola como los mayores. Y entonces llego la tarta. Una tarta pegajosa llena de chocolate y con una vela roja y blanca encima de ella. Empezaron a cantar y todos me miraban con ilusión... no sé si por mí o por la tarta. Antes de soplar la vela Alba se acerco y me dijo: pide tonta! pide un deseo. Y como buena tonta pedí que Mikel se gustara de mí.

Pedir ser feliz me pareció mucho mas inteligente cuando cumplí los dieciocho. Pensaba que ese deseo lo cubría todo y no podía entender como no se me había ocurrido antes aquella gran idea. Tantas pestañas desperdiciadas, tantas velas apagadas, tronquitos de pipas chupados..  en que coño estaba pensando!

Pero uno nace feliz y con el paso de la vida se va apenando...Y es por eso que luego lo único que quiere es ser feliz. Los miedos y las decisiones difíciles te hacen sentir mayor y responsable de tu estado de animo. Odio esos libros o listas que te dicen como ser feliz. Cuando leo algún artículo o algún blog que habla de eso pienso: y tu que sabrás lo que los demás necesitan! que sabrás lo que yo necesito si no lo se ni yo!

Hacer deporte, disfrutar de los hobbies, de las risas, de la amistad... venga hombre! a mi el gimnasio me causa cualquier sentimiento menos el de la felicidad.

Y me acabo de dar cuenta escribiendo este texto de que es lo que realmente necesito. Necesito justo lo que necesitaba a los 6 años. Comer nutela, tener una amiga que me llame tonta y un chico en el que pensar cuando cierro los ojos.