Iba de camino al autobús y
la música sonaba por mis auriculares…
But you only need the light when it's burning low
Only miss the sun when it starts to snow
Only know you love her when you let her go
Only know you've been high when you're feeling low
Only hate the road when you're missing home
Only know you love her when you let her go
Only miss the sun when it starts to snow
Only know you love her when you let her go
Only know you've been high when you're feeling low
Only hate the road when you're missing home
Only know you love her when you let her go
Aquel día me había pasado las 8 horas de trabajo escuchando esa canción. Una y otra vez.
Cuando descubro
una canción la puedo poner mil veces, no me aburre. La escucho hasta que la
letra empieza a asomar por mis labios. En este caso las lágrimas aparecieron en
ese momento que iba a coger el autobús. Me iba y él no hizo nada por detenerme.
El trayecto transcurrió
triste, melancólico. Mirar por la ventana confirmaba que cada vez me alejaba más.
No veía mucho, solo movimiento. Sentía como dejaba atrás los besos ya perdidos,
mis recuerdos se bajaban despacio en cada parada y yo cada vez más sola, más fría,
más perdida.
Entonces volví a la canción.
Only know you love her when you let her go,
when you let her go.
Y supe que él me
dejaba ir, pero que me quería.
Llegue a mi
ciudad, y baje del autobús. Se había acabado. Ahora me tocaba andar y buscar mi
destino.