miércoles, 19 de octubre de 2011

Efecto Gloria

¿Qué es el Efecto Gloria? Yo te lo cuento...

Hace tiempo, en el año 2005, viajamos a EE.UU. Pasamos tres meses fuera de casa. Conocimos mucha gente y vimos un montón de cosas. Los buenos recuerdos y anécdotas aun no se han ido de nuestras memorias.

Fuimos esclavos de Myrtle Beach, Carolina del Sur. Trabajamos en un parque de atracciones mas de doce horas al día con el fin de ahorrar todo el dinero posible. Con ese dinero, nos fuimos de viaje. Nos lo gastamos todo.

Antes de emprender el viaje nos despedimos del grupo de amigos que habíamos hecho. Cogimos una furgoneta y partimos "la habitación 212" con un Polaco que se apunto.

Eramos cuatro en "la habitación 212", tres chicos y yo. Uno de ellos era mi novio. Durante esos meses compartiendo habitación nos volvimos una pequeña familia. Estábamos tan unidos que al separarnos...¡les echábamos realmente de menos!

Nos separamos en NY. Cada uno siguió su viaje descubriendo diferentes destinos. Pero allí, en la gran manzana, fue donde empezó el Efecto Gloria.

Gloria una Colombiana afincada en NY, casada con Henri y madre de Jonathan. La conocimos en Myrtle Beach cuando disfrutaba de sus vacaciones. Se hizo amiga de un miembro de "la habitación 212" y le apuntó su numero de teléfono.

Cenando pizzas en el albergue de NY decidimos llamarla. Al día siguiente nos vino a buscar en coche. Nos llevo a su casa. Nos dio de desayunar. Su marido nos enseñó un barco que tenía en el porche. Llenamos el deposito y nos dio una vuelta de unas 3 horas por todo NY. ¡Increíble! Volvimos a tierra y nos habían preparado una barbacoa con toda la familia. La madre de Gloria nos sorprendió leyendo sus poemas mas intimos. Comimos de todo y nos llevaron de vuelta al albergue.

No sabíamos ni que decir. Las gracias se quedaban muy pobres para todo lo que nos dieron sin pedir nada a cambio. Ninguno de nosotros entendía porque se habían portado tan bien. No les conocíamos de nada y seguramente no les volveríamos a ver. Entonces Gloria nos dijo..

"Cuando vine a EE.UU no fue fácil. Hubo mucha gente que me ayudo sin pedir nada a cambio. Me trataron como si fuera de su familia. Yo ahora puedo ayudar. Puedo hacer que pasen un buen día sin que me cueste nada. Solo espero, que cuando ustedes tengan la oportunidad, hagan lo mismo. Devuelvan el favor"

Nunca nadie se ha portado tan bien con nosotros sin conocernos de nada. Me pareció extraño y ahí se quedo la anécdota.

Sin embargo años después, este ultimo viaje, conocimos a un chico de Barcelona. Viajaba solo y lejos de su familia. Tuvimos la oportunidad de echarle una mano. Nos miramos y pensamos: ¡El efecto Gloria!

Que bueno es poder ayudar a alguien sin que te suponga un esfuerzo. Lo hicieron con nosotros y lo haremos con los que vengan. La cadena sigue.

¡Gracias Gloria!

2 comentarios:

  1. Helen, esta historia es una de las mas bonitas que he podido leerte, impresionante!!!! Si todo el mundo guera asi...otro gallo cantaria!

    Aupa Gloria!!!

    ResponderEliminar