miércoles, 16 de mayo de 2018

Agárrate a la vida

Tengo un hobbie desde pequeñita. Me lo enseño mi hermana Silvia. 

Ella quería ser cantante profesional durante un tiempo, en la edad del pavo para ser exactos. Yo tendría unos seis años. 

Era la época de los noventa. Echaban el programa de Lluvia de Estrellas en la tele. Aquellos niños se metían en una puerta llena de humo y salían transformados en sus artistas preferidos. ¡Que flipe!

Un artista, dos artistas y al tercer artista alguien cogía el mando de la tele que se convertía en un micrófono y no había quien nos callara en casa. Los pobres vecinos no sé en que estarían pensando. 

- Como una ola tu amor llegó a mi vida, como una ola de fuego… 
- Bailar pegados es bailar, igual que baila el mar, con los delfines… 

El caso es que con todas estas influencias alrededor, mi hermana quería ser cantante, como no y yo también. Se hizo la permanente rizada y se ponía a cantar sola en el salón, mirándose al espejo del armario dónde guardábamos y guardan todavía mis padres, la vajilla de Navidad. Yo era una enana, pero me encantaba verla y jugar con ella. 

Llegaron los primeros CDs a las tiendas y mis padres compraron una torre de música para casa. ¡Una torre! ¡Podías poner dos casetes, un CD, un disco y la radio! 

- ¿Todo a la vez? Pregunté ingenua. 
- No hija no, de uno en uno. Contesto mi padre.  

Nos sabíamos todos los CDs de memoria. Cogíamos el librito que venía dentro del plástico y leíamos las canciones. Una mini letra en una mini página. Si éramos más de dos cantando había que apretarse para leer la letra. Mis preferidos eran el de Alejandro Sanz, Laura Pausini y Rosana. Tampoco teníamos muchos más la verdad.  

El caso es que esa manera de aprenderme las letras se me quedo grabada. Seguí haciendo eso muchos años más. Fui evolucionando en equipos de música según crecía. Me regalaron un radio casete para mi comunión, unos reyes me trajeron un discman y más tarde una minicadena para mi cuarto. Al final, mis hermanos ya se habían ido de casa y yo me metía a solas en mi cuarto a leer y a cantar en la intimidad. 

Muchas veces me emocionaban las letras de las canciones. Y lloraba como una tonta durante un rato hasta que mi madre gritaba: - ¡A cenar!. 

Otra muchas veces las canciones me alegraban y me daban un chute de energía para todo el día. Porque las canciones como el sol, tienen ese poder de ponerte feliz en un momento. 

Esta semana mi amiga Aida me escribió un WhatsApp: 

Tengo mil ganas de verte. ¿Cuándo nos vemos?. Escúchate esta canción, agárrate a la vida. Me encanta. Es un chute de energía.

Y sí, lo es. Su mensaje y la canción.

Hoy estaba en casa, mi niño jugando por el jardín y yo con la canción a tope una y otra vez, una y otra vez. Me he buscado la letra en Internet y el resto ya lo sabéis. 

Cuando ya el peque se ha ido a la cama y he conseguido un poco de intimidad, la he cantado sola. Y de lo bonita que es, también se me han saltado algunas lágrimas. Por reencontrarme con mi hobbie y porque de verdad que hay que agarrarse a la vida. 

Os dejo la canción aquí y la letra viene abajo. Espero que la disfrutéis. 

Camino despacito
que de correr tuve bastante voy cosiendo los bolsillos
con hilos de lo importante que
no quiero más cadenas
que me aten a la pena
ahora es el momento de vivir.

Y escucho cada paso
cada latido y cada sueño que me aleja del fracaso.
He vivido mil historias
y aunque no todas fueron buenas
siempre merece la pena
seguir luchando aunque nos duela.

Y agárrate a la vida asómate al balcón
de las sonrisas que iluminan
un mundo de color
que está esperando en cada esquina.
Nunca te olvides de quererte
porque eso es lo que te hace fuerte el corazón.

Y agárrate a la vida
recoge la ilusión y ve curando tus heridas
destapa la emoción y bebe toda la alegría
brinda por los buenos momentos
y deja que se lleve el viento
todo lo malo y escribe tu propio cuento.

Si me siento perdido
subo la música del alma para encontrar el camino
agarro mi guitarra y voy
al sur de mi destino
cerca de donde he nacido
porque lo que hoy soy es lo que he vivido.

Y agárrate a la vida asómate al balcón
de las sonrisas que iluminan
un mundo de color
que está esperando en cada esquina.
Nunca te olvides de quererte
porque eso es lo que te hace fuerte el corazón.

Y agárrate a la vida
recoge la ilusión y ve curando tus heridas
destapa la emoción y bebe toda la alegría
brinda por los buenos momentos
y deja que se lleve el viento
todo lo malo y ahora…

Mira que yo te cuento
una cosita para que no haya más llanto

mi medicina
regalar amor mano de santo
y decir te quiero
sin que nos de miedo…

Y agárrate a la vida asómate al balcón
de las sonrisas que iluminan
un mundo de color
que está esperando en cada esquina.
Nunca te olvides de quererte
porque eso es lo que te hace fuerte el corazón.

Y agárrate a la vida
recoge la ilusión y ve curando tus heridas
destapa la emoción y bebe toda la alegría
brinda por los buenos momentos
y deja que se lleve el viento
todo lo malo y escribe tu propio cuento.



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