Y va y me pica un
mosquito en toda la frente y se me hincha como un chinchón. Y me hace volver a
este suelo llamado Holanda y cagarme en todo lo que se menea porque me pica, me
pica mucho y no, no hace sol por muy optimista que me ponga, más bien hace frío
y mis sandalias de hoy me van a asegurar un catarro de tres días.
Y entonces, ¿de que
estamos enamorados?
No del sol, ni
del vino, ni de las barbacoas en el jardín. Los que estamos por aquí nos hemos
enamorado...
de la vida.
del no
conformarte.
de los miles de caminos que podemos buscar, seguir y sobretodo caminar.
de la sensación
de vivir en una aventura.
del futuro
soñador e inquietante.
de la sensación
de que siempre valió la pena esforzarse un poco más.
del saber que lo
que uno se propone lo puede conseguir.
de las diferentes
culturas, personas.
y del no sé qué
pasara mañana.
Yo en particular
me quedo con esos momentos en los que acabas en un lugar que jamás imaginaste,
con personas que jamás sabrías que conocerías y miras alrededor y todo como que
se para un instante y lo único que te viene a la cabeza es: ¿Qué hago aquí? ¿Cómo
he llegado aquí?
La primera vez
que fui a Estados Unidos ví el poder que tenían mis actos. PODER.
Trabajar en verano,
ahorrar un poco y con ese dinero lleno de esfuerzo viajé más que cualquier otro
verano de mi vida. Solo tenía 20 años y alguien me enseño que todo aquello era posible
y eso nunca se me olvidó.
Ahí empezó todo y parece que una vez sales de tu pueblo y te enfrentas a tus miedos, es muy difícil parar.
Nos enamoramos, creo que nos enamoramos de nosotros mismos superándonos cada día.
Ahí empezó todo y parece que una vez sales de tu pueblo y te enfrentas a tus miedos, es muy difícil parar.
Nos enamoramos, creo que nos enamoramos de nosotros mismos superándonos cada día.
Precioso! Este post si que me ha enamorado! :)
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