domingo, 4 de noviembre de 2018

Ser positiv@ suma

Ser positivo, en mi opinión, significa procesar todos tus malos sentimientos, entenderlos y dejarlos ir. Borrar sin dudar y empezar a escribir de nuevo. Es creer en ti, escuchar las cosas buenas que se sienten, darles importancia, prioridad y vida.

Ser positivo es un arte, es trabajo y es complicado.

No es ocultar los sentimientos malos, no es ignorarlos, no es estar feliz todos los días. No es forzarte a las mañanas a decirte cosas bonitas, no es escribir en un cuaderno dando las gracias por lo que tienes y ya está. Tampoco es solo ser un viva la vida, hacerte el ignorante o parecer un visionario. Es más que eso.

Tienes que tener ganas de afrontar, de escucharte a ti mismo y de cambiar.

Para poder ser positivo hay que procesar todos los pensamientos negativos. Darles candela y quemarlos. Hay que entenderlos, hay que saber que no te sientan bien. Que tu humor, tu día y tus conversaciones no son igual con sentimientos negativos que sin ellos. Hay que pasarlos, hay que llorarlos y hay que odiarlos y sacarlos de ti porque no te aportan nada. Porque tu eres esa cabeza pensante que te amarga, que te desanima e imagina dramas que no existen. Los malos sentimientos no depedenden en absoluto de otras personas, están solo en ti.

Por desgracia la negatividad se cree muy lista, sabe lo que va a pasar siempre y nada parece ser bueno. Se adelanta por la izquierda y en vez de disfrutar, siempre te hace pensar que podría haber sido mejor. Que el café esta frío, que el tiempo es una mierda y que hoy no me quiero levantar. Nunca se hace ilusiones mas bien las rompe.

Si quieres ser positivo, tienes que darte tu tiempo para luchar con cada batalla que te vaya trayendo tu lado negativo. Si te sientes mal, mi consejo es que no te cambies tan rápido de silla para sentarte bien. Mira a ver que te pasa, piensa que puedes cambiar en ti para que no tengas esos sentimientos y luego sí, cámbiate de silla, de ropa, de país o de equipo de fútbol porque allá donde vayas te vas a sentir bien.

Cuando tengo malos días, estoy triste, me da por llorar, pues lloro, disfruto mi drama, no tengo prisa. Intento entender lo que me pasa poco a poco y cuando ya casi he ganado a todos esos pensamientos malos, siempre me vuelve el humor y entonces sé que estoy bien. Estoy lista. Borrar, borrar, borrar.

Para mí el secreto es natural. Identificar, procesar, sufrirlos un rato y cuando estés listo, borrar y seguir adelante con lo bueno. No acumular malas experiencias, malos ratos que solo te llevan a asumir siempre lo peor. Si de verdad los sacas, solo te quedará lo bueno. Y eso si que es agradable, es relajante y muy motivante.

Esa es mi fórmula para ser positiva. Ni más ni menos.

¿Y tú, cómo lo consigues?




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