miércoles, 30 de noviembre de 2011

30 de Noviembre

Desde las tres y media llevo en el sofá. No estoy enferma, lo que hace que estar tirada en el sofá sea muuucho mejor.

He estado pensando sobre las relaciones de pareja. Hombre-mujer o mujer-mujer o hombre-hombre, y vidas compartidas. Hace dos noches se me apareció, como un espíritu de Anne Germain, la monotonía. Cenar, charlar y disfrutar del sofá juntos, pero cada uno para un lado.

Son varias las personas que dicen algo que yo no quiero jamás creer: Las relaciones de pareja se vuelven aburridas con el tiempo. Al final lo importante es llevarse bien, compaginarse, tener una buena convivencia y quererse.

Y digo yo...¡NOOO! Donde está la pasión, el amor, las risas y las cosquillas. ¿Llevarse bien? Me llevo bien con mis amigos ¡no con mi novio!

El caso es que el cansancio del trabajo y el día a día hace que no tengas fuerzas para nada. Así que asusté al espíritu maligno y me puse hacia su lado del sofá.

No esperaré a mañana porque estoy cansada. Pasar más tiempo trabajando no da amor, pero si dinero... así que el poco tiempo que me queda para pasarlo en pareja lo disfrutaré, como he hecho hasta ahora. Y si hay que luchar contra una vida aburrida, pondré remedios. Porque si tu relación se convierte en una convivencia unos días, no pasa nada, pero si esto ocurre por norma general no mola nada.

No digo que eches la toalla, solo digo que hagas algo, que no lo tomes como si fuera algo normal porque mas bien es algo triste.

Ya me levanto del sofá...que pena, con lo a gusto que se esta aquí pensando en chorradas.

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