viernes, 22 de abril de 2011

Los adultos no existen


Crecemos pero en el fondo seguimos teniendo las mismas inseguridades y los mismos miedos. Somos igual de absurdos e inocentes. Nos reímos de todo y nos gustan las mismas cosas que antes. Menos mal!

Ayer me vi corriendo y peleándome por el casco de la moto, es mío! Después me junte con una miniatura y estuvimos jugando a saltar las rayas azules de la acera. Cuidado! Ataque de cosquillas!

Que fácil es hacer reír a un niño! Me encanta! Nos gusta jugar a el cuento de Caperucita Roja. Ella es Caperucita y yo el Lobo. Lo vamos narrando y siempre me corrige porque lo cuento mal! Entonces llega lo divertido. Caperucita entra en la casa de su abuelita y le dice:

- Abuelita, abuelita ¿Que ojos mas grandes tienes?
- Son para verte mejorrrr
- Abuelita, abuelita ¿Que nariz mas grande tienes?
- Es para olerte mejorrrr
- Abuelita, abuelita ¿Que boca mas grande tienes?
- ..................... Es paraaaa ..... comerte mejor!!!

Aaaaah! Pega un brinco y se asusta como si no me conociera! Luego le abrazo porque me da pena. Y entonces llega la frase preferida de todos los niños: Otra vez!

Cuando estas en la calle y ves a un bebe que te sonríe, aunque no le conozcas de nada, es imposible no sonreír. Tienen un poder mágico. Es una especie de imán atrayente que hace que les mires y sacan de ti esa ternura y ese mini-tu que a veces se olvida que lo tienes.

Me han llamado infantil e inocente muchas veces. La verdad es que todos lo somos. Todos hemos medido menos de medio metro y hemos coloreado. Aunque crezcas nunca te vas a convertir en esa persona mayor. Esa persona que te imaginabas. Veíamos a nuestros padres o tíos como gente seria, que lo saben todo y que no tienen miedo a nada.

No dejes de jugar ni de colorear tu vida. Los adultos no existen.


PD: Y los reyes magos tampoco. Lo siento!

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